
Entrevista a Majo Gerez, secretaria de Género de CTA Autónoma Rosario y pre-candidata a senadora del Frente Social y Popular
Cambio: El Frente Social y Popular se propone “cambiar Rosario”, ¿qué aporta una mirada de género a una propuesta transformadora?
Majo Gerez: Fundamentalmente aporta a que la propuesta de transformación sea de carácter integral, es decir, que todo lo que proponemos como políticas para la vida de mujeres y personas LGTTTBI sean entendidas y asumidas como derechos fundamentales para garantizar el acceso igualitario a nuestro derecho a la ciudad.
Como feminista asumí el desafío de disputar un proyecto en el cual dejemos de ser una política “que garpa”, como lo somos para muchas de las opciones políticas que se expresan en lo electoral, y lograr que nuestros derechos sean jerarquizados y transversales en cada una de nuestras iniciativas como Frente. Sólo así es posible cambiar Rosario.
C: Las candidaturas de mujeres en primera línea no son algo tan extendido aún, ¿cómo se ha procesado la tuya al interior del armado electoral y cómo se vive tu identidad feminista? ¿Cómo hacés para que esta identidad esté presente sin quedar encorsetada en “la que sólo habla de género o de las mujeres”?
MG: Creo que mi candidatura se procesó con bastante “naturalidad”, por nuestra referencia e inserción como organización en el movimiento de mujeres y feminista en la ciudad. Hay un reconocimiento de nuestro trabajo en la lucha contra la violencia de género en espacios como la Multisectorial de Mujeres, experiencias como la de Socorristas en el marco de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, en la misma CTA con la Secretaría de Género y la apuesta al feminismo popular que hacemos como PATRIA GRANDE.
Pero sigue siendo un desafío personal y colectivo romper ese cerco de que me encasillen en la que sólo puede aportar “de las cosas de las mujeres”. Yo también puedo opinar sobre la situación económica, el negocio paraestatal del narcotráfico y lo que vive la juventud en los barrios o cuestiones como el transporte público, por mencionar algunas. Así como también quiero que las demandas de la agenda de las mujeres sea apropiada por nuestros candidatos varones.
Como Frente proponemos la democratización de la política y el protagonismo popular es medular en nuestro programa: eso tiene que significar también mayor protagonismo de las compañeras. La política en general, y la izquierda en particular, siguen siendo todavía lugares donde los varones ocupan un lugar de jerarquía sobre nosotras.
C: Tampoco es común que sea candidata en primera línea una secretaria de género de una central sindical, ¿qué repercusiones hay al interior de la regional de la central? ¿Qué opinan las compañeras y compañeros?
MG: Es importante diferenciar los espacios. Mi militancia al interior de la CTA Rosario es desde la perspectiva de género con las compañeras de las distintas construcciones sindicales, como fue la Licencia Laboral por Violencia de género el año pasado. Y si bien la Central se mantiene autónoma de los partidos, eso no niega mi pertenencia, como la de muchos y muchas de sus integrantes, a una organización popular o a experiencias electorales.
Son trincheras diferentes desde donde se abona a la construcción de un proyecto emancipador para la Argentina. Es decir que son espacios de intervención distintos pero que tienen objetivos políticos comunes. Muchas de las demandas y reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras expresados en la CTA son los que también queremos llevar adelante como propuestas de gobierno como Frente.
Y la recepción de la noticia por parte de mis compañeras y compañeros de la CTA fue alentadora, con expectativas por lo que expresa el Frente y muchas de sus referencias como la de Carlos Del Frade y Celeste Lepratti. Hay que recordar que el “Pocho” Lepratti era de ATE-CTA.
C: Este 8 de marzo abre la agenda del movimiento de mujeres en un año electoral en la Argentina y en muchas provincias. ¿Qué desafíos creés que enfrenta el movimiento de mujeres?
MG: El movimiento de mujeres argentino es reconocido en nuestramérica por su historia, diversidad y amplitud. Un claro ejemplo de esto es el Encuentro Nacional de Mujeres, que en 2015 cumple 30 años de realización ininterrumpida.
El desafío para este 8 de marzo atravesado por lo electoral es que no nos encuentre fragmentadas como nos viene sucediendo. Hay que trabajar la unidad del movimiento de mujeres y feminista, que excede ampliamente a las mujeres organizadas en organizaciones políticas y partidarias y que va más allá de la relación con el gobierno nacional.
Las mujeres este 8 de marzo tenemos que salir a las calles a seguir exigiendo nuestras demandas como mujeres trabajadoras que somos todas. Sabemos que nuestras demandas fundamentales siguen siendo en algún punto las mismas: políticas públicas que frenen la violencia de género, que las leyes conquistadas como la Ley Nacional de Educación Sexual Integral o la Ley de Identidad de Género sean aplicadas, el desmantelamiento de las redes de trata, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos que solo será posible con el Aborto Legal. Sin esto seguiremos siendo consideradas ciudadanas de segunda.
Por todo esto, es fundamental trabajar por un 8 de marzo donde las protagonistas seamos las mujeres y nuestras demandas históricas. Si bien es evidente que hay que tener en cuenta la realidad nacional que nos atraviesa, este 8 de marzo no podemos dejar que eso nos invisibilice por supeditarnos a lo que cada organización quiere expresar en términos de posicionarse en el escenario electoral. Por eso es necesario ganar en unidad de las de abajo para avanzar en políticas para mejorar la vida de las mujeres.
C: ¿Qué propuestas centrales tiene el Frente Social y Popular en lo que hace a las cuestiones de género?
MG: El programa del FSP contiene 13 puntos para ganar en soberanía, igualdad y justicia en Rosario y la provincia. Uno de los más extensos en ideas e iniciativas es el que propone “eliminar la violencia de géneros para avanzar en los derechos de las mujeres y diversidades sexuales”. En este punto creemos necesario declarar la emergencia provincial en materia social de violencia de género y la aplicación de la ordenanza local (producto de la lucha de la Multisectorial de mujeres) donde hay líneas rotativas y de atención las 24 hs del teléfono verde, apertura de casas de las mujeres para acogida en casos de emergencia, talleres de autodefensa y empoderamiento. Pero también hay más cuestiones relacionadas: impulso de cooperativas para fomentar la independencia económica; aprobación del proyecto de ley provincial de licencia laboral por violencia de género; cumplimiento del art. 179 de la ley de contrato de trabajo que impone a los empleadores la habilitación de salas maternales y jardines materno-paternales; creación de consejerías pre y pos aborto en todos los hospitales públicos y centros de atención primaria; producción pública de Misoprostol y acceso gratuito a todo efector de salud; prevención y combate del delito de trata de mujeres y niñas desmantelando las redes y generando campañas de sensibilización y prevención, contención a las víctimas y ayuda estatal para su recuperación y reinserción en la sociedad a cargo del Ministerio de Desarrollo Social; elaboración del plan “Rosario Diversa” que incluya una campaña fuerte de difusión sobre el respeto a los derechos, la no discriminación y la igualdad. Estos son algunos de los puntos que llevamos adelante, todo esto con plena participación en el desarrollo de las organizaciones de mujeres, géneros y diversidad.