
El trigésimo Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) promete. A 10 años de aquellas jornadas de noviembre de 2005 que sepultaron el ALCA, a 4 meses del histórico #Niunamenos, a dos semanas de las elecciones generales. Será los días 10, 11 y 12 de octubre en una ciudad que en el imaginario argentino se parece más al estereotipo de “Los bañeros más locos del mundo” que a la realidad de las trabajadoras del pescado. ¿Qué sabemos sobre la situación de las mujeres en Mar del Plata?
Nuestro #Niunamenos
Vivimos el #Niunamenos con una amplia articulación entre organizaciones, partidos políticos, sindicatos y centros de estudiantes. Aquel miércoles, la zona del Monumento a San Martín -punto neurálgico de la ciudad cuando de manifestaciones políticas se trata- se fue llenando de gente desde temprano. Todo lo organizado quedó chico. Fue un antes y un después en la agenda política del feminismo que, en Mar del Plata, creemos que se verá reflejado en una también masiva participación e interés del pueblo por el 30 Encuentro Nacional de Mujeres.
Respuestas de una justicia patriarcal
El acceso a la justicia por parte de las mujeres que sufren violencia de género está minado d dificultades: trabas que provienen de la falta de información, de la incompetencia y de la discriminación por parte de funcionarios y funcionarias de la policía en la Comisaría de la Mujer, de la falta de refugios para estas mujeres en la ciudad, de la condición de clase. Según fuentes municipales, se reciben unas 700 denuncias por violencia de género cada mes. Los casos de femicidio han sido varios en lo que va del año y el movimiento de mujeres ha salido a la calle a exigir justicia por Laura Iglesias, por las mujeres abusadas por Claudio “Pepino” Napolitano, entre otros casos.
Pantallazo de la situación laboral
La ciudad suele ganar récords que a nadie enorgullecen y también sufre en la actualidad problemas en relación con la brecha de géneros y la segregación de las mujeres en sus lugares de trabajo. Si bien en las últimas décadas las mujeres hemos aumentado nuestra participación en el mercado laboral (y en ciertos ámbitos, como la universidad, hasta se habla de un proceso de “feminización”), con una tendencia creciente, persisten principalmente dos problemas: el primero, que nuestros empleos son de “baja calidad”, con desprotección social y menor nivel de ingresos que los de los hombres; y el segundo, que aún continuamos siendo las mujeres quienes realizamos la mayor parte del trabajo doméstico no remunerado, lo cual implica una doble carga laboral y fortalece los estereotipos de género.
La ciudad elige intendente, pronóstico de mal tiempo
La ciudad elegirá su próximo intendente apenas dos semanas después del 30 ENM. Teniendo en cuenta quiénes son los dos candidatos con mayores posibilidades, el panorama no resulta alentador. Por un lado, la continuidad del gobierno del Frente Marplatense, muy deficiente en lo que respecta a los derechos de las mujeres y la lucha contra la violencia de género, liderado por Gustavo Pulti y en consonancia con el sciolismo. Por el otro, un hombre proveniente de la nacionalista y conservadora Agrupación Atlántica, que fue funcionario público durante la dictadura y mantiene hoy vínculos con organizaciones fascistas en la ciudad y que dirigía una escuela secundaria cual si fuera un cuartel, misógino y homofóbico, el señor Carlos Arroyo de Cambiemos. Mar del Plata no escapa al giro hacia la derecha que ha tomado la política en nuestro país, y en este escenario las y los marplatenses estamos francamente preocupados. La victoria de Arroyo significaría un profundo retroceso para los derechos de las mujeres.
Desde diciembre del año pasado estamos preparando este ENM, como parte de la Comisión Organizadora, y entendemos que será uno de los hechos políticos más importantes del año en la ciudad. Atravesadas por la realidad marplatense y nacional, las mujeres vamos a debatir en más de sesenta talleres sobre los temas que hacen a nuestra vida cotidiana y cerraremos la jornada del domingo con una inmensa marcha. Tenemos propuestas claras que el futuro gobierno no podrá soslayar.
Por Julia Regueiro